Desde UGT siempre hemos creído que en CONNECTA el propósito era claro y compartido: ofrecer una atención de calidad complementaria a la de las oficinas, bajo una propuesta omnicanal coherente y equitativa.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y especialmente a raíz de lo vivido en los últimos meses, muchas personas trabajadoras de CONNECTA nos trasladan que se sienten como el último eslabón dentro de la cadena de valor de la entidad. No sólo se sienten poco valorados, sino que además, perciben una notable falta de reconocimiento, tanto emocional como económico.
Se enfrentan a unas reglas del juego que ya no son equitativas. En el origen de CONNECTA, la producción era compartida y el cliente podía optar libremente entre los canales: oficina o gestor digital. Hoy esa igualdad se ha desdibujado.
Mientras que desde oficina se pueden registrar simulaciones de seguros o préstamos gestionados inicialmente por CONNECTA, o incluso solicitar CEM, en CONNECTA no tienen acceso a realizar CEM ni a todos los clientes potenciales de la red, sino sólo a aquellos que les asignan en cartera.
Esto no solo crea una desventaja operativa, sino que alimenta una competencia interna entre compañeros de la misma entidad. Una lucha que no debería existir, porque no se trata de quién logra más ventas, sino de cómo acompañamos al cliente en su camino, con coherencia, coordinación y sentido de equipo.
DESDE UGT RECHAZAMOS ESTA DINÁMICA QUE ENFRENTA, EN LUGAR DE INTEGRAR.
Creemos en un modelo colaborativo, donde cada canal aporte desde sus fortalezas, y donde el reconocimiento, en condiciones y oportunidades, sea realmente equitativo.
No sabemos exactamente hacia dónde se dirige este modelo, pero sí tenemos claro lo que no queremos que sea CONNECTA: un canal relegado, presionado, y desmotivado.
Desde UGT apostamos por un modelo sostenible, justo y alineado con los valores que, creemos, aún compartimos como entidad.
