Desde UGT siempre nos hemos caracterizados por el diálogo y la construcción de soluciones conjuntas, es por ello, que nos reuniremos con la Alta Dirección de CaixaBank para exigir cambios profundos, y que nos aporten soluciones reales para la plantilla de CaixaBank, como ya anunciamos en nuestra circular del pasado 15 de octubre.
Les manifestaremos nuestra preocupación e insatisfacción ante la actual Dirección de CaixaBank y sus prácticas laborales, que están teniendo un impacto negativo en la vida de quienes conformamos la Entidad.
Los temas principales que trataremos serán los siguientes:
El sistema de incentivos de CaixaBank favorece desproporcionadamente a los responsables de negocio a costa del bienestar de sus equipos. Los premios para el personal a pie de obra no son significativos, pero la presión para alcanzar objetivos comerciales es asfixiante. Esta presión crea un ambiente de ansiedad y malestar, como ha quedado ratificado en el último estudio de opinión entre la plantilla. ¿Es esta la cultura laboral que queremos mantener? No podemos seguir sacrificando nuestro bienestar en nombre del cumplimiento de objetivos comerciales que solo benefician a unos pocos. Lo decimos alto y claro: este modelo no solo es injusto, sino también insostenible y perjudicial para todos.
Lo que añade sal a la herida es el aparente desdén con el que la Dirección de la Entidad ha decidido manejar este clima de tensión laboral. A pesar de las múltiples demandas que hemos formulado tanto UGT como el resto de sindicatos para mitigar la presión comercial y la sobrecarga de trabajo, la respuesta ha sido un plan de acción que no solo carece de concreción, sino que además se ha diseñado a nuestras espaldas. Es difícil concebir cómo se espera mejorar el degradado clima laboral cuando las instancias superiores optan por acciones unilaterales, sin siquiera tomar en cuenta las preocupaciones y propuestas de los trabajadores a través de sus representantes.
Sumado a lo anterior se encuentra el desfase preocupante entre las declaraciones públicas del Presidente de la Entidad y las acciones internas. En su discurso se hace énfasis en la responsabilidad social de la empresa, en la transparencia y en el compromiso con diferentes grupos de interés, incluido el medio ambiente. Pero ¿dónde queda este idealismo cuando se trata de responder a las necesidades y demandas del grupo de interés más cercano a la empresa, sus propios empleados? Las palabras se vuelven huecas si no se traducen en acciones que mejoren el clima laboral y pongan fin a las presiones comerciales asfixiantes a las que se ve sometida la plantilla.
Por si fuera poco, nos enfrentamos a desafíos económicos añadidos con la reciente subida de los tipos de interés. UGT hemos estado solicitando medidas que ayuden a mitigar su impacto en los préstamos de los empleados. Por eso nos resulta inaceptable que, en una situación ya difícil, la Dirección opte por medidas unilaterales que complican aún más la vida financiera de los empleados y por mantenerse impasible ante las demandas de la plantilla. Esto, mientras otras entidades en el sector financiero han llegado a acuerdos consensuados con sus trabajadores para abordar esta misma cuestión.
Es fundamental abordar estas problemáticas que requieren una respuesta inmediata y transparente por parte de la Dirección.
También le exigiremos la renegociación de acuerdos obsoletos y desarrollo de carreras profesionales, así como la inclusión de la Representación Legal de los Trabajadores en la elaboración de todo nuevo plan o medida laboral. Y que los enormes beneficios de la empresa se traduzcan en condiciones laborales mejoradas para los trabajadores y trabajadoras, los verdaderos generadores de ese éxito.
Desde UGT no nos quedaremos de brazos cruzados si no recibimos respuestas significativas y justas, y si no se toman soluciones, consideraremos acciones más contundentes en defensa de los derechos laborales y del bienestar de la plantilla.
